

Cientos de miles de dólares en donaciones han llegado a ONG ucranianas y grupos de voluntarios para financiar la protección de Ucrania en caso de una invasión rusa a través de las fronteras de Ucrania.
Rusia tiene alrededor del 70% de la capacidad de combate de la vecina Bielorrusia, del total que necesitaría para una invasión a gran escala de Ucrania. Dos funcionarios estadounidenses dijeron el sábado que Rusia planea enviar más grupos de batallones tácticos a la frontera de su vecino.
Según un informe de la BBC, Rusia y su aliado Bielorrusia han comenzado ahora un ejercicio militar conjunto de diez días, avivando los temores de una invasión rusa de Ucrania. La administración estadounidense teme que estos simulacros puedan aumentar las tensiones entre Rusia y Ucrania, ya que podría equivaler a lo que los propios ucranianos denominan «aumento de la presión psicológica».
La propia Rusia también ha denunciado el reciente despliegue de tropas estadounidenses en Europa, calificándolo de movimiento «destructivo» que ha aumentado las tensiones y reducido el alcance de un acuerdo político.
Un informe de Elliptic, un proveedor de análisis de blockchain con sede en Londres, dice que históricamente el ejército ucraniano no ha podido hacerlo solo. Los grupos de voluntarios proporcionaron soldados, armas y suministros médicos para llenar el vacío.
El informe también menciona que estos grupos fueron y son financiados por donantes privados que han utilizado transferencias bancarias y aplicaciones de pago para donar millones de dólares. Bitcoin también se ha convertido en un importante método de financiación alternativo, que permite a los donantes internacionales eludir a las instituciones financieras que bloquean los pagos a estos grupos.
Una de las organizaciones más grandes que recibe fondos de Bitcoin y apoya al ejército ucraniano es la Fundación Come Back Alive, establecida en 2014. Un grupo que dice estar trabajando continuamente para suministrar y reparar equipos, capacitar a los militares y sus oficiales, y detener el flujo de propaganda y desinformación. Por séptimo año consecutivo, el grupo le está dando al ejército ucraniano lo que ellos llaman más importante: una ventaja táctica.